miércoles, 4 de septiembre de 2013

Comparación entre monopolio y competencia perfecta

Conceptos Básicos

INTRODUCCIÓN

    

     Un mercado de factores competitivos es aquel en el que hay un elevado número de vendedores y de compradores del factor de producción. Como ningún vendedor o ningún comprador pueden influir en el precio del factor, todos son precios aceptantes.

     Por ejemplo: si se imagina que en el mercado del pan muchas empresas producen una receta exactamente igual. Las empresas son tantas, que una de ellas por sí sola no puede afectar al mercado. Además varios productores se dan cuenta que ese negocio es muy rentable, por lo que con mucha facilidad se incorporan al mercado.

     La tarea de la empresa competitiva es obtener al máximo beneficios económicos posibles, tomando en consideración las restricciones a las que se enfrenta. Para lograr este objetivo la empresa tiene que tomar cuatro decisiones fundamentales: Dos a corto plazo y dos a largo plazo.
Las empresas que se estudiaran en este trabajo se enfrentan a la fuerza de la competencia más pura. Dentro de este tema se tratará de explicar cuáles son las características que definen un mercado perfecto, sus condiciones de este y cuáles son los beneficios de las empresas tanto a corto como largo plazo, entre otros.

I. Competencia Perfecta

     Es la situación de un mercado donde las empresas carecen de poder para manipular el precio y se da una maximización del bienestar. Esto resulta en una situación ideal de los mercados de bienes y servicios, donde la interacción de la oferta y demanda determina el precio. En un mercado de competencia perfecta existen gran cantidad de compradores (demanda) y de vendedores (oferta), de manera que ningún comprador o vendedor individual ejerce influencia decisiva sobre el precio.
     En el mercado de competencia perfecta existe un gran número de compradores y vendedores de una mercancía; se ofrecen productos similares (producto tipificado); existe libertad absoluta para los compradores y vendedores y no hay control sobre los precios ni reglamento para fijarlos. Por ello el precio de equilibrio se da cuando la cantidad ofrecida es igual a la cantidad demandada.
     En esta estructura de mercado ninguna empresa tiene poder, entendido éste como capacidad para fijar el precio del bien o servicio. En este sentido, se dice que las empresas son precio-aceptantes, y la única decisión en sus manos es la relativa a la cantidad de producción que, dado el precio, les permite obtener el máximo beneficio.
     La ausencia de poder de mercado implica que las empresas venden a un precio igual a su coste marginal, y a largo plazo no obtienen beneficios extraordinarios, sino un beneficio normal, equivalente a un salario medio del sector. 

     A corto plazo las empresas competitivas pueden obtener un beneficio por encima del normal, pero la libertad de entrada permite que nuevas empresas entren en el mercado atraídas por ese beneficio, incrementando la oferta y presionando el precio a la baja hasta que se anula el beneficio extra a largo plazo.     El proceso contrario se produce en caso de pérdidas a corto plazo, con salida de empresas y subida del precio hasta que se restaura el beneficio ordinario.

     La homogeneidad del bien que se intercambia en este modelo de mercado, junto con la información perfecta que poseen los consumidores, hace que la publicidad no tenga sentido, favoreciendo la reducción de los costes de producción.

     En Economía Visual se explica gráficamente cómo interactúa la empresa perfectamente competitiva con el mercado. Observa la percepción que tiene la empresa de la demanda del mercado, debida a su falta de poder sobre los precios: es una demanda perfectamente elástica, en la que a un precio superior al de mercado la empresa no vendería nada (dada la homogeneidad del bien) y a un precio inferior no podría vender porque se situaría por debajo del coste marginal. Consecuentemente el precio del bien es único y determinado por el mercado, por la interacción de la demanda y de la oferta total.

 
    
   
     Se observa que la demanda del mercado es decreciente respecto al precio, como es habitual. Sin embargo, la empresa competitiva la "percibe" como infinitamente elástica, al no poder modificar ese precio de mercado.
     El cumplimiento de los requisitos de esta estructura de mercado no tiene lugar en la realidad económica, convirtiendo al modelo perfectamente competitivo en una estructura teórica que, como se ha dicho, alcanza la eficiencia social, en el sentido de que procura las mayores ganancias conjuntas para los participantes en el mercado, empresas y consumidores.
     El concepto de eficiencia social no está relacionado con el de justicia o equidad social. Desde el punto de vista de la teoría económica, una situación eficiente o de máximo bienestar social, puede darse aún cuando los recursos estén desigualmente repartidos, y unos pocos posean mucho y otros muchos no tengan nada o muy poco. Hay que recordar, a este respecto, que el sistema económico se basa en la propiedad privada de los factores de producción, y el resultado final depende de cómo se distribuya esa propiedad.
     El economista y escritor J. L. Sampedro, hace referencia a esta realidad en el siguiente pasaje de su obra Economía Humanista:
“... podría ocurrir que el precio de la leche ajustara, en efecto, la oferta y la demanda, pero a un nivel tan alto, en caso de escasez del producto, que los ricos pudieran pagar la leche para sus gatos, mientras los pobres no podrían adquirirla para sus hijos".
     A pesar de que, en sentido estricto, no existen mercados de este tipo, hay algunos, como los de productos agrícolas o ganaderos, que se aproximan a esta estructura de mercado: cereales, frutas, hortalizas, leche, etc. También ciertos mercados a nivel local, como es el caso de las panaderías o los bares de un barrio o una pequeña localidad. Sin embargo, también en estos casos la tendencia es hacia la diferenciación del producto, es decir, el alejamiento de la competencia.


A. Condiciones Teóricas
     Cuando se cumplan simultáneamente las condiciones que enuncian a continuación se dirá que un mercado es de competencia perfecta:
La existencia de un elevado número de productores y consumidores en el mercado puede hacer que el comportamiento de este se asemeje al de competencia perfecta. Al haber muchos vendedores pequeños en relación con el mercado, ninguno podría ejercer una influencia apreciable sobre los precios, en este caso se dice que los agentes son precio aceptantes. La existencia de un elevado número de oferentes y demandantes implica que la decisión individual de cada una de estas partes ejercerá escasa influencia sobre el mercado global. Así, si un productor individual decide incrementar o reducir la cantidad producida, esta decisión no influye sobre el precio de mercado del bien que produce. Y también, que una empresa no podría aumentar exorbitantemente el precio de los bienes que vende, porque los demandantes optarían por otros oferentes.
Las empresas vendan un producto homogéneo en el mercado, por lo que al comprador le resulta indiferente un vendedor u otro. 
Las empresas y los consumidores tengan información completa y gratuita. Los compradores aceptan los precios como exógenos y toman sus decisiones comparando precios, porque todos los consumidores dispondrían de la misma información sobre los precios y las cantidades ofertadas de los bienes.
No haya barreras de entrada o salida al mercado, como tampoco problemas de reventa. Esta libertad de entrada y salida de empresas permite que todas las empresas participantes puedan entrar y salir del mercado de forma inmediata en cuanto lo deseen. Por ejemplo, si una empresa está produciendo zapatillas deportivas y no obtiene beneficios, abandonará esta actividad y comenzará a producir otros bienes que generen beneficios. Y también la contrario, cualquier empresa podría acceder al mercado atraída por la existencia de altos beneficios.
Movilidad perfecta de bienes y factores. Los costes de transporte deben ser despreciables, de tal manera que si dos oferentes ofrecen producto homogéneo el consumidor puede acudir a cualquiera de ellos con la misma dificultad y empleando un tiempo y costes similares.
Sin costos de transacción, esto quiere decir, que ni los compradores ni las empresas incurren en costos para la transacción de dichos bienes. Esto es importante porque significa que no habría diferencias en la elección de una u otra empresa basado en un costo adicional por adquirir un bien.
     La esencia de la competencia perfecta no está referida tanto en la rivalidad como a la dispersión de la capacidad del control que los agentes económicos pueden ejercer sobre la marcha del mercado. Esto se debe a que, cuanto más repartido esté el poder de influencia en las condiciones del mercado, menos eficaces serán las acciones discrecionales dirigidas a manipular la cantidad disponible de productos y los precios del producto. 
     De acuerdo con Joan Robinson, en su ensayo ¿Qué es competencia perfecta? la define como la situación en que una empresa individual enfrenta una curva demanda perfectamente elástica. Esto es una forma elegante de decir que hay un precio paramétrico, afirmación que puede extenderse a los consumidores.

B. Condiciones Reales
     Aunque las condiciones teóricas, mencionadas más arriba, son muy restrictivas y son muy pocos los productos cuyos mercados las reúnen, el modelo de competencia perfecta es útil, no sólo porque es aplicable a ciertos productos agropecuarios y a muchos títulos-valores, sino también porque otros muchos mercados se aproximan a la competencia perfecta y es posible realizar predicciones basándose en el modelo de la competencia perfecta.
     En los mercados de competencia perfecta las empresas que pretenden obtener mayores beneficios deben recurrir al máximo aprovechamiento de la tecnología, a incorporar los últimos avances en técnicas productivas. Por lo tanto, en una situación de competencia perfecta la búsqueda de mayores beneficios va asociada a la combinación más eficiente y rentable de los factores productivos y a la modernización tecnológica.

C. Equilibrio
     En el mercado de competencia perfecta se alcanza el equilibrio por el encuentro entre la demanda del mercado (suma o agregación de la demanda de cada uno de los consumidores) y oferta de la industria (suma o agregación de la oferta de cada una de las empresas que trabajan en ese mercado).
     El Equilibrio de mercado en competencia perfecta, es entendido como el precio que iguala la cantidad demandada con la ofrecida, es decir el punto donde la oferta y la demanda son exactamente iguales; Ahora bien, Existen diferentes plazos para definir el equilibrio. El "muy corto plazo" por decirlo así, implica que los factores utilizados en la producción es decir, tierra, trabajo y capital son constantes y la producción no se puede alterar junto con el número de productores en la industria. Así mismo el corto plazo difiere únicamente en que el factor trabajo es variable y la producción podría alterarse.
     El mediano plazo implica la posibilidad que los productores de una industria puedan reasignar los factores productivos, es decir puedan realizar cambios en las cantidades utilizadas de cada factor, y el número de firmas es constante. Por último el largo plazo, implica no solo que los factores puedan ser reasignados libremente, sino que el número de firmas o productores en la industria es variable, con lo cual, en el largo plazo, ninguna empresa nueva tiene cabida en el mercado, y las ya existentes tienen suficientes beneficios para seguir en él.
     Este último resultado del equilibrio en el largo plazo es muy relevante para el análisis económico en general. Al existir libre competencia y libre entrada de firmas, el precio de un artículo en competencia perfecta es igual al mínimo costo posible en que un artículo puede ser producido, de manera tal que los beneficios de las firmas serán iguales a cero, los beneficios normales o iguales a cero son aquellos que cubren todos los costes incluyendo el costo de oportunidad del capital. (Joan robinson los llama "beneficios normales"). Así si una industria presenta beneficios mayores a cero, esto incentivará a nuevas firmas a entrar en esa industria ocasionando que el precio se reduzca hacia su nivel de largo plazo, reduciendo al mismo tiempo los beneficios a cero.
     Existen dos puntos de vista para ver la economía, el ortodoxo y el heterodoxo. La economía perfecta está ligada al punto de vista ortodoxo, sin embargo la economía ortodoxa se relaciona en general con el cuerpo teórico Neoclásico, junto con la consecuente formalización matemática.





Conclusiones
     El mercado de competencia perfecta o pura realmente no existe; más bien se puede afirmar que, en la medida en que un mercado cumpla con las características señaladas será más perfecto o bien que, en la medida en que no cumpla con dichas características, será menos perfecto o se alejará de la perfección (mercado de competencia imperfecta).

     El modelo de competencia perfecta se corresponde con un mercado ideal, cuyas características son tan estrictas que prácticamente no existe en la realidad. Se trata, por tanto, de un modelo teórico que se utiliza como referencia para el estudio de los mercados reales, debido a que su perfección lleva al mejor resultado social posible en el sistema económico capitalista.

     La intensa competencia entre las empresas favorece la eficiencia económica en la producción, ya que aquellas que no la logren obtendrán pérdidas y serán expulsadas del mercado. La situación de equilibrio a largo plazo coloca a cada empresa en el punto mínimo de su curva de coste medio, garantizando el menor coste y la mayor cantidad de producción posible. 

     Los consumidores compran al menor precio posible y, a través de la demanda del mercado, señalan a las empresas lo que deben producir. En este sentido, se habla de la soberanía del consumidor en el mercado perfecto.